Cuatro empresas españolas integran la producción de biodiésel y Biogás.Desarrollan el proyecto Integral-B.

04/12/10.

El combustible resultante de la instalación piloto se utilizará para producir electricidad y calor bien para el propio proceso o bien para comercializarse
 

Cada año se producen en España más de 500.000 toneladas de residuos orgánicos procedentes de la restauración y la hostelería. A esta cifra hay que sumar los 14 millones de toneladas de materiales sobrantes que  genera la industria agroalimentaria. En este sentido, la Directiva Marco de Residuos establece que será obligatorio recoger de forma separada los residuos orgánicos para su reutilización. A la espera de que se trasponga en España (está previsto para 2011), lo cierto es que es un volumen de basura notorio como para no darle una salida. Y por iniciativas  no será. Acaba de ponerse en marcha un sistema que permite producir biogás en las plantas de biodiésel aprovechando los aceites vegetales y restos de comida. En concreto, la instalación piloto del proyecto europeo Integral-b
 –que cuenta con más de 1,4 millones de euros de presupuesto– se ha construido en la planta de biodiésel de la empresa Bionorte, en San Martín del Rey Aurelio (Asturias).

Funcionamiento
El proceso se basa en la codigestión anaeróbica, que consiste en que, en ausencia de oxígeno, determinadas bacterias convierten la materia orgánica en biogás. El proyecto pretende generar biogás en las plantas de biodiésel que utilizan aceites vegetales como materia prima. Los restos de este proceso –la glicerina y los residuos de filtración del aceite vegetal– se usarán, junto con los residuos orgánicos de restaurantes y subproductos lácteos, como materia orgánica para producir biogás. Y éste se empleará como combustible en un motor de cogeneración que producirá electricidad y calor bien para el propio proceso o bien para venderse.
«Se estima que la planta piloto producirá 165 m3 de biogás por cada 1.000 kilos (500 kg al día) de mezcla de residuos, que permitirán producir 428 kWh eléctricos», explican desde Ainia centro tecnológico, uno de los participantes del proyecto, junto con Bionorte, Biogas Fuell Cell y la Fundación Cidaut.
De llegar a buen puerto, en un futuro se podrán construir plantas industriales que producirán más biogás. En concreto, se calcula que una instalación media de tipo industrial gestionará 9.000 toneladas de residuos con los que generar hasta 107 m3 de metano por tonelada de desecho. Esto producirá 3.063 MWh de electricidad; es decir, el equivalente al consumo anual de 768 hogares. En cuanto a la producción de energía térmica, puede llegar a generar 3.317 MWh.

Así, Bionorte, que pertenece al Grupo Isastur, participa en el proyecto cediendo sus instalaciones; Biogás Fuel ha construido el digestor anaerobio; Cidaut es el encargado de desarrollar el tratamiento de glicerina y su uso directo en el motor de cogeneración; mientras que Aina es la encargada de coordinar todo el proyecto y la responsable del desarrollo de las investigaciones relacionadas con la digestión anaerobia de residuos.

Fuente:

ALIMARKET/ESPAÑA

www.larazon.es