Renovarse o morir

02/05/2011.

La situación del biosiesel en nuestro país está atravesando uno de sus peores momentos. El 95% de la plantas están paralizadas.

De las 48 plantas existentes en todo el territorio nacional, el 95% se ha visto obligada a paralizar su actividad, mientras que en pocos meses, el 5% restante podría correr el mismo riesgo. El aumento de las importaciones de biocarburantes en nuestro país y la inexistencia de una normativa que impida las mismas son los culpables. Las empresas se ven obligadas a comprar materia prima por un coste superior al que tiene el biodiésel procedente de países como Argentina e Indonesia. Así, si no se adoptan soluciones inminentes, podrían “naufragar” inversiones por valor de 1.400 M€, más de 6.000 puestos de trabajo e instalaciones con una capacidad total para producir 4,2 Mt anuales. Los últimos datos oficiales de Aduanas señalan que en 2010 se importaron en España unas 825.000 t de biodiésel, lo que supone cerca del 61% de todo el consumo nacional en ese periodo, habiendo llegado incluso al 80% en el tercer trimestre del pasado año. Sin embargo, la aprobación del proyecto de Orden Ministerial que Industria envió a la Comisión Nacional de Energía (CNE) el pasado mes de octubre, que se mantiene paralizado, permitiría desbloquear la situación ya que la misma asignaría hasta 5 Mt de producción a instalaciones nacionales e europeas. A esto habría que añadirle que el Consejo de Ministros ha aprobado recientemente el aumento de la obligación de biocarburantes de 2011 desde el 5,9% hasta al 7%.

Ante esta situación, varias empresas han anunciado el cese de la actividad en sus plantas. Este es el caso de Infinita Renovables, que cuenta con las dos instalaciones de mayor capacidad de nuestro país con un total de 900.000 t/año; pero que se ha visto obligada a anunciar un ERE temporal hasta enero de 2012, en el que se ven afectados sus cien trabajadores. Por su parte, grupos como Entabán Ecoenergéticas, con cuatro plantas operativas y una en proyecto en Tarragona (a la que ha tenido que renunciar), también cesó su actividad en sus centros de Ferrol (A Coruña), Ziérbana (Bilbao) y Alcalá de Gurrea (Huesca), ésta última en concurso de acreedores desde septiembre de 2009; mientras que aún mantiene con actividad el de Sevilla. En total, más de 100 M en inversiones que han visto mermado su futuro.

En el lado opuesto se sitúa Bio Energética Extremeña que ha adecuado su tecnología para producir biodiésel de segunda generación a partir de grasa animal y aceites reciclados. Gracias a ello, en diciembre de 2010 levantó concurso, tras más de un año de incertidumbre. Otros han optado por buscar destinos más favorables. Así, la fabricante IBS y la constructora Copisa han constituido First Brasilian Biodiesel para poner en marcha una central piloto de generación de biodiésel en Brasil, a la que seguirán otras plantas.

Fuente: ALIMARKET