Contenedores Naranjas, abiertos por vacaciones.

08/08/2014.

Cada año, en estas fechas, las empresas de servicios dedicados al reciclaje de residuos experimentan una notoria bajada en los ratios de recogida. En el sector del reciclaje del aceite usado este comportamiento se ratifica, lo que nos indica que gran parte de este residuo está siendo vertido por los desagües de nuestros alojamientos de verano.

Los pequeños sondeos que desde Rafrinor realizan confirman que en periodos vacacionales baja el nivel de compromiso en materia de reciclaje. Son periodos en los que se prima el confort por encima de todo. Nos permitimos realizar excepciones respecto a nuestra vida cotidiana. Evidentemente el reciclaje de residuos no es una cuestión que aporte comodidad a nuestra día a día y sacrificamos el cuidado de nuestro entorno en pro de nuestros intereses particulares. 

En las campañas de concienciación escolar, que se desarrollan durante el año desde Rafrinor para diferentes municipios del País Vasco, hay un dato que llama especialmente la atención de los alumnos. Se trata de la contaminación de 1000 litros de agua por cada uno de aceite y las consecuencias negativas que esto implica: compactación de otros residuos por el efecto adherente del vertido del aceite, muerte de animales acuáticos por ingestión de residuos compactados por el aceite, reducción de la entrada de luz en el agua evitando el desarrollo natural de la flora acuática,  etc…

Probablemente si diseñáramos una campaña para el periodo estival, caracterizado por los baños en piscinas, ríos y mares, desarrollaríamos más este directorio de consecuencias negativas provocadas por verter el aceite usado por los sumideros de los hogares. Situaciones como saltar de la orilla de un río coincidiendo la caída sobre una balsa de aceite, nadar plácidamente por el mar hasta topar con una ola que porta restos de aceite entre su espuma, encontrar un pez sin vida por asfixia por ingestión de una masa compactada de plásticos, … realidades como esta deberían mantener nuestro compromiso medioambiental vivo todo el año.

Por todo esto desde Rafrinor nos recuerdan el color de uno de los contenedores que no cierra por vacaciones, el Naranja. Seguramente la gran mayoría de vosotros os los encontraréis en vuestros diferentes destinos de este verano. Usándolos estarás ayudando a que estas situaciones descritas sean simplemente historias del pasado y que gracias a nuestro compromiso ya no son realidad.

Fuente: Rafrinor.