El modelo del contenedor amarillo a resultado ineficaz. Que no suceda igual con los aceites vegetales usados.
Hay vida más allá del Punto Limpio.
Hay vida más allá del Punto Limpio.
martes 25 de enero, 2011
25/01/11
Cada vez en más países el valor de una botella de plástico equivale a otra botella cuando esta se reutiliza una vez reciclada. Son aquellos que se han sumado al Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR). Alemania dio el paso en 2003, emulando a California. En el país germano, el consumidor de un refresco en lata no la tira a la basura, ni a la calle, ni en una playa. La lata en cuestión termina en una máquina expendedora que devuelve a la mano que la deposita 25 céntimos de euro. Ni la lata ni la botella se consideran residuos, sino productos que tienen un valor. Al entrar en la máquina expendedora separados, el proceso de transformación en un nuevo envase es más eficaz, devolviendo un producto más puro y 100% reutilizable. Esta es la razón de que en Alemania la tonelada de una botella fabricada con plástico PET se pague a 250 euros. En España, baja a 60 euros por su baja calidad.
Cree la asociación Retorna, fundada este año por una decena de organizaciones ecologistas, Comisiones Obreras y el gremio de recuperadores de Cataluña, el más potente en España, que este sistema es lo que falta en este país para que los residuos dejen de crecer cada año de forma exponencial. "Es necesario desligar la generación de residuos del PIB", explica Domingo Jiménez Beltrán, quien fuera el primer director de la Agencia Europea de Medio Ambiente y miembro de Retorna. El aumento de residuos ha ido de la mano de la sociedad de consumo que ha empujado a "una tendencia masiva al envasado de los productos que antes se vendían a granel", añade Beltrán.
El punto verde que gestionan las asociaciones Ecoembes y Ecovidrio se implantó hace 13 años "por la presión de los envasadores y distribuidores, mientras que en otros países hubo una combinación de ambos", explican desde la asociación. Hoy, el punto verde ha tocado techo, añaden. Mientras en España solo el 30% de los envases termina en el contenedor amarillo, en Alemania se recicla el 98% de los envases de un solo uso.
"La implantación del sistema de depósito, devolución y retorno fue una victoria ante el falso reciclaje, porque el material que llegaba a los recuperadores no era bueno", explica Jurgen Resch, de la organización no gubernamental Deutsche Umwelthilfe, que promovió la instauración de este sistema en Alemania. Ésta es, precisamente, una de las razones de la desconfianza en la recogida de residuos. "Hay una especie de agujero negro de población que no está convencida de qué ocurre con los residuos", explica Ana Etchenique, vicepresidenta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
El ciclo de esta nueva forma de reciclar es sencillo y parte con un objetivo claro: convertir el residuo en materia prima para, a largo plazo, fomentar el sistema de envases reutilizables e implicar de nuevo al ciudadano en el proceso de recuperación.
Los embotelladores, importadores y distribuidores pagan el depósito al operador del sistema por cada envase que ponen en el mercado. En un segundo momento, los comerciantes (supermercados, tiendas de barrio e incluso gasolineras) encargan y pagan a los productores el producto y el depósito de los envases.
Los consumidores compran el producto envasado y pagan el depósito al comercio. Una vez consumido, si entregan el envase vacío en cualquier comercio, se les devuelve íntegramente el depósito abonado. Si el consumidor no quiere devolver su envase, no recuperará el depósito y su dinero se queda en el circuito. A su vez, el operador del sistema devuelve a los comercios el depósito a medida que recibe los datos de devolución.
De lograr que se implante, la asociación deja muy claro que no se trata de destruir lo que ya existe, en referencia al actual punto verde, sino de completarlo para incitar a una nueva cultura que fomente la prevención de generación de residuos. Por ello se ha elegido este momento para su presentación en sociedad, justo cuando el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino examina la nueva Ley de Residuos que debe trasladar una directiva comunitaria a la legislación nacional.
No obstante, los impulsores de la iniciativa son conscientes de que se abre una larga batalla con el sector comercializador, con las envasadoras e incluso con las asociaciones que hoy controlan el reciclaje de envases en España. "En Alemania, las resistencias provinieron sobre todo de los responsables del reciclaje y de Coca-Cola, argumentaban que el sistema era muy caro y que los ciudadanos no lo aceptarían", recuerda el promotor alemán.
La realidad era que "el sistema de retorno pagado por envase favorece a las pequeñas empresas, mientras que el sistema de envase de un solo uso favorece a las grandes compañías", explica Resch. Al final, las reticencias de ambos sectores se calmaron tras darse cuenta de que es posible compatibilizar ambos sistemas. De hecho, hay mucha vida más allá de los envases de bebidas: bandejas, bolsas de plástico, cajas de madera y cartón y productos retractilados (envasados al vacío).
La medida supondría además un desahogo para las arcas de las Comunidades Autónomas, ya que "las entidades locales sufren el coste de la recogida de residuos", explica Rafael Audibert, abogado de Roca Junyent, despacho que asesora la iniciativa de Retorna. En Estados Unidos, el servicio de limpieza urbano ha disminuido entre un 30% y un 40% desde la implantación de este sistema. Desde un punto de vista legal, el sistema de depósito, devolución y retorno es perfectamente compatible con la Ley de Residuos que se está cocinando, según este mismo despacho de abogados.
Los impulsores de este nuevo sistema defienden que se crearía un nicho de empleo estable. "Hay encargado un estudio, pero puedo adelantar que la implantación del SDDR en España creará una cifra muy considerable de puestos de trabajo", asegura Jesús Pérez Gómez, técnico del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (Istas) de Comisiones Obreras. "En cualquier estación o aeropuerto hay gente que siempre recoge los envases", añade Resch.
Una botella de vidrio tiene 70 vidas
Hasta los años ochenta se mantuvo un hábito de 30 años: la botella de gaseosa que se devolvía al tendero para obtener a cambio el dinero del envase. Tras su lavado y nuevo etiquetado, una botella de vidrio puede utilizarse hasta 70 veces. Una botella de plástico puede alargar su vida unas 15 veces y las cajas de estos envases se utilizan hasta 100 veces antes de ser retiradas.
Este sistema desapareció con el auge del consumo, que introdujo en el mercado los envases de un solo uso. Desde entonces, y pese a la publicidad que se hace de las bondades del reciclaje, los residuos no dejan de crecer. Cada día entran en el mercado español 51 millones de envases de bebidas. Son más de 18 millones de envases anuales de latas de aluminio, hojalata, brik, plástico (PET) y vidrio. De todos esos millones, el 25% son envases y embalajes, que en su gran mayoría terminan en vertederos e incineradoras. El sistema de depósito, devolución y retorno daría un paso más hacia un reparto de costes más justo, ya que "recaen de forma transparente y coherente sobre los productores", explican desde Retorna. Se cumpliría así el principio de responsabilidad del productor, a un coste asumible por parte de las firmas implicadas en la producción y distribución de los envases, "liberando a las Administraciones públicas de esta carga".
Los materiales que podrían someterse a este nuevo lavado de cara serían latas, botellas de plástico, vidrio y brik, aunque el objetivo final es que "las Administraciones fomenten los envases reutilizables". Retorna propone un precio de 25 céntimos de euro por envase, precisamente para "dirigir a los consumidores hacia nuevos hábitos de consumo que pasen por los reutilizables". Añade Resch.
En algunas cadenas de supermercados de Suecia, Alemania y Noruega, así como en estaciones de metro y de ferrocarril, la máquina de devolución de los envases ofrece la opción de no recuperar el depósito y destinarlo a alguna acción social local para personas desfavorecidas, pulsando un botón. "Se trata de pequeñas donaciones a proyectos del barrio o de la ciudad, como comedores y residencias", añaden desde Retorna.
Las cifras
98% de los envases se reciclan en Alemania gracias al Sistema de Depósito, Devolución y Retorno.
40% ha disminuido el servicio de recogida de residuos urbanos en Estados Unidos.
51 millones de envases entran diariamente en el mercado español.
Fuente: http://www.cincodias.com/articulo/Entorno/Hay-vida-alla-punto-verde/20101230cdsent_1/
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